11/08/2007

Dinastía - Capítulo 6


Luego de treinta minutos confeccionamos un plan para la defensa del castillo.
Alberto me presenta a su mejor arquero, le di caballerosamente la mano y a parte le agradecí por su enorme bondad y solidaridad al venir a apoyarnos en esta batalla, llevaba la vestimenta de los PEPIS pero tenia puesta la capucha que traía la capa, de pronto respondió a mi agradecimiento con una dulce voz que me sorprendió completamente “Estoy a vuestra merced” - dijo, le pedí por favor que se quitara la capucha, cuando lo hizo, quede deslumbrado, era una mujer bellísima tenia unos ojos azules inmensos, de tez trigueña como la noche alumbrada por la luna llena, su pelo era almendrado y delgado como el de los ángeles, le pregunté su nombre: Tamara –respondió- parecía un ángel caído del cielo. Nos sentamos a conversar en uno de los viejos muebles que se hallaban en la habitación, me contó que le gustaba luchar por las buenas causas, que no le gustaba la opresión de los reyes y también me confesó que no tenia pretendiente(eso es bueno),de pronto fue como si mis dedos de la mano cobraran vida y acariciaron su dulce rostro y con la mirada en sus ojos vi como el cielo se iluminaba completamente, en algún momento pensé que estaba inmerso en algún sueño, un sueño ideal, pero de pronto, ¡Fuego! -gritaron- ¡nos lanzan flechas con las cabezas envueltas en llamas!. Desperte.

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