2/27/2009

Everybody Lies

“Todos mienten”

Soy fanático de una serie que tal vez la mayoría ha visto, se llama House MD, este doctor como pocos, aparte de ser panudo, suertudo, egocentrista, inconsciente y lo mejor de todo drogadicto, vive convencido de que todos sus paciente y que los seres humanos en general mienten.
A decir verdad las explicaciones de su filosofía suenan convincentes, sobre todo cuando se los saca en cara utilizando metáforas sexuales a los doctores internos que tiene a su cargo. Hace poco caminaba por la playa con una amiga, a la cual le tengo un gran aprecio y cariño y a decir verdad la quiero, aunque sé que cuando lea esto se hará higadillo, pero bueno me abstendré a las consecuencias y seguiré mi relato, mientras caminábamos nos conocíamos, no es nada romántico porque estábamos en grupo, pero me dijo algo que me dejo frío en ese momento, pues la verdad no pensé que con tanta frescura me dijera: “Yo también miento”, trate de mantener la vista en las tablas del muelle que estábamos pasando para no caer de sorpresa, dicho esto trate de mantener el hilo de cualquier conversación y cuando ella partió, me dejó la incógnita de saber si en realidad todos mienten, me di cuenta que sí (aunque suene un poco iluso, gran amigo eso también lo acepto).Bueno sé que los hombres si mienten, es nuestra naturaleza, pero me fue difícil creer que las mujeres lo hacían, pregunte a un sin número de mujeres si mentían, algunas me decían frescamente que si, otras más cautelosas decían que eran mentiras piadosas, pregunte qué significaba ello, y en conclusión son mentiras que las haces sin perjudicar a nadie, con la finalidad de no ser descubierto, pero igual son mentiras, grandes o chiquitas son mentiras, entonces me puse a pensar detenidamente, que el hombre también tendría esa mariconada de mentiras piadosas, ósea que no somos más o menos mentirosos que las mujeres.
Cuando un hombre le dice a una chica: “Ya no quiero estar contigo” es una verdad y si le agregas: “el problema no eres tú, soy yo” la cagaste, pero tranquilo: es una mentira piadosa. Ósea no eres tan basura como creías. Lo mismo sucede cuando la mujer le dice al hombre: “Ya no quiero estar contigo” es una verdad, pero cuando le agrega “es que no estoy segura de mis sentimientos”, también la caga, pero ella sabe que no debe preocuparse porque es una mentira piadosa, ósea no es tan pendeja como él cree. Al final ninguno de los dos quería decirle al otro que había conocido a un chico más zapatón o a una chica que parece carretera serrana (purita curva).
Esto quiere decir que House MD y mi amiga playera tenían razón “Everybody Lies”.


Triste

Triste la vida,

triste el olvido,

triste la ida

y lo nunca vivído.







Sé que un gran amigo me dirá lloron, está bien, lo acepto!

2/24/2009

Suegros

Muy a mi estilo la suerte me ha acompañado en mis relaciones de tal manera que en 25 años de vida solo he llegado a conocer a dos suegros, esposos ellos, nada buena onda y muy hipócritas como todos.
Ella era una mujer que se pasaba la vida renegando sobre la vida, tanto así que el esposo estuvo más de una década fuera del país, extrañando a sus hijas más no a la malhumorada mujer que se había convertido. Le encantaban las manualidades y todos los cursos que tengan que ver con su propio negocio (el cual nunca se animo a poner), le mentía al esposo a lo lejos cada vez que tenía una reunión de té con las amigas pero lo más increíble es que volvía a sus hijas compinches de sus aventuras. Desde ahí no me pareció un buen ejemplo para su hija en ese entonces mi enamorada. Pero bueno como no soy quien para juzgar y como que cada día que llegaba a su casa no era mi cancha, me hacia el de la vista gorda, admiraba hipócritamente sus trabajos y le decía buena suerte cada vez que emprendía una nueva labor.
Tengo la buena suerte de que de mi única suegra y las madres de amigas digan que soy un buen chico, responsable y educado, de porte atlético y risueño y lo más importante es que anden metiéndoles en la cabeza a sus hijas que yo sería un buen partido para ellas, con esto me basta y me sobra, es decir, la verdad con lo que ellas hacían, me aprovechaba de alguna de sus hijas.
Purita alcahuetería.
Mi madre también fue suegra y espero algún día vuelva a serlo, al principio mi madre era la típica suegra alcahueta, que al principio era la mejor amiga de mi entonces enamorada, conversaban, se llamaban, hasta salían de compras juntas y sobre todo conspiraban contra mí. Con la segunda enamorada que tuve, mantuvo su distancia, ella decía que no quería volver a encariñarse con ninguna otra, porque le dolió mucho la trágica separación de mi primera relación, cosa que a mí no me importaba en realidad. Así que supo mantener su distancia y cuando terminé mi segunda relación me dijo “que vamos a hacer”, ¡gracias mamá!.
Cuando uno le rompe el corazón a sus hijas las suegras se convierten en un coro de ogros: “a ese sinvergüenza lo recibí con cariño en nuestra casa y mira como nos paga ahora” o “ahora que te has quedado sola ya ni amigos tienes por andar con ese” o “te lo dije, te lo dije”. Lo contrario sucede con tú mamá, ya que se ha vuelto tan brother de tu cuero te dirá: “dale una nueva oportunidad, está confundida”, “espera a que se le pase, no te pongas así” o la peor es “déjame hablar con ella, juntos solucionaremos las cosas” (a mi no me ha pasado, me lo contó un amigo) pero si tu vieja dice esto, es momento de cortar todo lazo o cordón que te une con ella y decirle: mamá si tú haces eso yo dejo de ser tu hijo, te caerá un buen lapo pero no volverá a meter en tus relaciones.
Los suegros son totalmente otra especie, mi ex suegro era el típico palomilla de ventana, lo conocí poco porque llego casi al final de mi relación pero para mí buena suerte era amante del futbol, las chelas y los carros, en este último yo estaba y estoy más perdido que perro peruano en la Casa Blanca, así que me dedicaba a tomarme unas chelas con mi “suegrito” en sus reuniones familiar, hablábamos sobre futbol y me decía que el sería mejor técnico que cualquier profesional, que tal por cual es un alcohólico, el otro homosexual y demás barbaries ciertas en las que se sitúa nuestro futbol nacional, a veces nos sentábamos en la mesa y me contaba con tanta emoción sus aventuras en Nueva York, la genuinidad de los peruanos para reparar cosas lo más rápido y barato posible, su chamba siempre fue trabajar de mecánico y por eso no dejaba de mirarlo, pero mientras lo miraba en mi cabeza se formaba un gran signo de interrogación porque no sabía de lo que me hablaba, tan solo dejaba que se emociones y que me mienta cuanto haya creído conveniente porque no sé nada para contradecirlo.
De ahí los papás de mis amigas en su mayoría siempre fueron pateros, pero siempre existe el serio-celoso que cruza la sala y mientras dices “Señor Buenas Noches” pasó y ni siquiera volteo a ver de dónde provenía esa voz o existe el papá que es netamente jodido y que la primera vez si pudiera te enviara de cabeza desde el tercer piso del departamento porque tan solo tu presencia le incomoda. Una vez muy a mi mala suerte (porque cuando llega, llega bien), llego muy moso a casa de una amiga y lo primero que me dice es si vez a mi papá salúdalo diciendo ¡Buena Noches!, muy obediente sale el señor me queda mirando, me intimida y lo único que pude balbucear es ¡Buenas!, me miró con rabia y respondió: “¡¿Buenas qué?!...¿¡Buenas mis pelotas!?...rápido salude a mi amiga le dije en el odio: “te llamo” y salí despavorido de su casa, ella por teléfono decía: “te lo dije, te lo dije”.
Ahora después de años de ese incidente pienso que el papá leyó mi mente y sabía que no solo llegaba en forma de amigo, si no, se dio cuenta de que su hija me encantaba y que llegaba con la idea de sorprender a su familia…aún sigo esperando el día que ese señor sea mi suegro.